Confesar o desmentir nuestra creencia en Jesús ante Dios es un tema muy importante en la vida cristiana. Debemos estar preparados para enfrentar el rechazo y la persecución cuando predicamos el evangelio, pero todavía debemos ser firmes en nuestra Certidumbre y no renunciar a Él ante el rechazo de las personas.

Los textos bíblicos nos brindan una enseñanza profunda sobre el sufrimiento de Cristo. En ellos podemos encontrar varias lecciones que podemos aplicar a nuestras propias vidas.

Esto significa que debemos ser firmes en nuestra Convicción y no renunciar a ella en presencia de el rechazo de las personas.

Luego, en Cristo compasivo con los que padecen, crucificado por nuestra salvación y resucitado para darnos vida, el enigma del sufrimiento humano se transforma en la máxima manifestación y comunicación en el mundo del Apego infinito de Dios.

Es importante recapacitar que la obediencia y la nobleza a Dios no solo se manifiesta en momentos de paz y tranquilidad, sino incluso en momentos de sufrimiento y persecución. Jesús nos da un ejemplo perfecto de esto al expirar en la cruz por nuestros pecados.

Estamos tan comprometidos con la teología de la bondad de Dios que para todos los propósitos prácticos el problema del sufrimiento no parece importarnos. Pero si no es un problema, no requiere fe. Y sin fe es inasequible gustar a Dios. Razón por la cual la experiencia de Job es tan importante. El sufrimiento es Efectivo. Y es un problema.

Nos enseñó a perseverar en medio de las dificultades y a entregarse en manos en la voluntad del Padre aún en los momentos más oscuros. Su sufrimiento nos inspira a seguir Delante, recordando que podemos encontrar fortaleza en Dios incluso en los momentos de anciano desafío.

Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Nazareno nuestro Salvador.

Porque yo sé muy perfectamente los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.

Ser astuto no significa ser manipulador o deshonesto; sino tener sentido popular y saber cómo acogerse física y espiritualmente en un mundo hostil.

Jesús es el primero en hacerse siervo y en entrar en la escuela del sufrimiento. Asume la condición de siervo y se hace obediente hasta la crimen.

Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, here y estad siempre preparados para personarse defensa con mansedumbre y reverencia en presencia de todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.

Debemos seguir su ejemplo y ser valientes en nuestra fe, confiando en Dios para darnos el valencia necesario para carear cualquier situación. Debemos tener atención a los detalles en todo lo que hacemos, luego que cada parte de nuestra vida es importante para Dios y nosotros mismos.

Podemos definirlo como la carencia de un acertadamente que debería estar y no está: Por ejemplo, la enfermedad es un mal en cuanto que carencia de la Salubridad que debería acompañarnos y no lo hace.